jueves, 29 de marzo de 2012
Cada día un desafio
Me he encontrado con varios problemas en el transcurso de las diferentes tareas propuestas.
Hoy voy a centrarme únicamente en los problemas técnicos, ya que mi máquina y a las que puedo acceder durante el día no son de última generación pero tampoco son de desechos.
No quiero extenderme demasiado, pero está claro que vivimos en un mundo consumista y cada paso que damos nos obliga a comprar, a adquirir, a usar algo.
Y así está el mundo, según Traverso, y uno tiene que amañarse. Me compre unos parlantes, luego claro el micrófono, ya antes había solicitado adsl y para completar el PC me compre una impresora. Uno tiene que imprimir cada tanto, acceso a Internet siempre, sino el curso no se puede seguir. Luego para grabar y escuchar las grabaciones además de las compras me pase un día entero configurando el audio.
Y cuando uno cree que está todo pronto para empezar a trabajar, hay que descargar otro programa para editar el audio, y otro más para convertir el formato para poder subirlo a tal y cual lugar.
A su vez el antivirus tiene que trabajar a full. Y la actualización del firefox o del iexplorer, es como de nunca acabar.
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Bienvenido a mi mundo... Cuando empecé a trabajar con los alumnos en geometría dinámica me encontré que:
ResponderEliminarLa gente de inspección (las PAD) trabajan con Mathgraph.
La gente de los cursillos (los de Ceibal entre otros) le dan a Geogebra.
Algunos ODEA (objetos de aprendizaje; actividades para realizar en línea en la página de Ceibal) usan Dr Geo (es más escolar pero camina)
Otros cursillistas usan Sketchpad (pago)
En la época de las cavernas, el enanito de la pantalla dibujaba con Cabri...
En las compu de la sala de informática (que tienen Ubuntu) está instalado por defecto Kig...
Después que casi enloquezco, intenté armarme una colección de tutoriales para salirle al paso a cualquier programa con que vinieran las máquinas. Pero resultó poco práctico. Así que planteé las actividades sin hacer referencia aningún programa específico y en todo caso dedico un par de horitas a enseñarle a los chiquilines a manejar el que tengamos a mano.
De todos modos no claudiqué. Y creo que vale la pena el esfuerzo.
¡Dale con fuerza, que se puede!